El pasado mes de diciembre se confirmó: una nueva versión del filme Chicas malas (Mark Waters, 2004) estaba en marcha. Para sorpresa de muchos, se trataría de un remake en clave de musical.
La (a simple vista, ligera) comedia adolescente estrenada en el año 2004 (considerada por muchos, a día de hoy, todo un filme de culto) escondía, en realidad, una aterradora historia sobre el bullying y el mundo de las falsas apariencias en el contexto de los institutos. Protagonizada por Lindsay Lohan (estrella infantil de Disney), la película lanzó al estrellato a la actriz Rachel McAdams, que ese mismo año protagonizó junto a Ryan Gosling el reconocido drama de Nick Cassavettes El diario de Noa.
Con los años, McAdams ha trabajado junto a cineastas de gran renombre, desde Woody Allen a Terrence Malick pasando por Brian De Palma o Wim Wenders. Además, interpretó un papel principal en la segunda temporada de la exitosa serie True Detective y en el filme triunfador de los Oscar en 2015, Spotlight.
Recientemente, la actriz ha sido preguntada por la posibilidad de aparecer en el remake musical de la película que la lanzó a la fama:
«No veo la manera de meternos con calzador, pero si (la guionista) Tina Fey lo consigue, allí estaré, seguro».
En dicha entrevista, Rachel McAdams ha confesado también que, tras el éxito conseguido al inicio de su carrera, se sintió un poco abrumada. Por ello, decidió tomarse un respiro, lo que la llevó a rechazar varios papeles, algo que, según ha asegurado, la hacía sentir muy culpable.
«Me sentía culpable por no aprovechar la oportunidad que se me ofrecía porque sabía que tenía mucha suerte […] Pero también sabía que no encajaba con mi personalidad y con lo que necesitaba para mantenerme cuerda […] Definitivamente, hubo momentos de angustia en los que me preguntaba si lo estaba tirando todo por la borda, y por qué estaba haciendo eso. Me ha llevado años entender lo que intuitivamente estaba haciendo.»
Fuente: Deadline
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