Una de las novedades más exitosas de la plataforma Netflix esta semana es sin duda Fabricante de lágrimas, película dirigida por Alessandro Genovesi y basada en el caso literario homónimo de 2022, firmado bajo el exótico seudónimo de Erin Doomm, ya que la autora ha decidido mantener su identidad en el anonimato.
El nombre es, por supuesto, ficticio, y durante mucho tiempo la verdadera identidad de la autora de este romance de tintes oscuros, ambientado en Estados Unidos, permaneció desconocida para el gran público.
Su éxito comenzó en la plataforma Wattpad, pero la historia de amor de los dos huérfanos Rigel y Nica obtuvo una respuesta tan rotunda de la comunidad BookTok en la plataforma Tik Tok que la misteriosa escritora consiguió rápidamente un contrato con la editorial milanesa Salani.
El libro venderá nada menos que 500.000 ejemplares, situándose en lo más alto de las listas de ventas italianas. Y así, tiempo después, la misteriosa Erin Doom decide por fin desvelar su rostro en televisión, en concreto en Che tempo chefa, un famoso programa de entrevistas presentado por Fabio Fazio.
Aunque la autora de Fabricante de lágrimas optó por mostrarse físicamente en Rai 3, sólo reveló su nombre de pila, Matilde. Todo lo que sabemos es que entonces tenía 30 años, que vivía en Emilia Romagna y que se licenció en Derecho, cultivando siempre una gran pasión por la escritura.
La misteriosa Erin/Matilde añadió entonces que también apareció de incógnito en el rodaje de la película de Netflix, haciéndose pasar por una simple becaria en el departamento de marketing de Salani.
Sin embargo, este no es el primer caso literario de un autor que opta por ocultar su verdadera identidad. Entre los más sensacionales, de hecho, está el caso sin resolver de Elena Ferrante. La verdad sobre la autora de La amiga estupenda, tal y como están las cosas, sigue envuelta en un espeso manto de misterio, aunque muchos creen que tras el seudónimo se esconde el nombre de otro escritor, Domenico Starnone.
© REPRODUCCIÓN RESERVADA
