Olivia Cooke ofreció esta semana un adelanto entre bastidores de una escena de sexo de la segunda temporada de La casa del dragón, diciendo que el momento "desordenado de cojones" no se incluyó en la serie final por temor a que no avanzara la trama.
"No era bonito, y fue muy divertido hacerlo", ha dicho Cooke a la revista Elle, utilizando también los calificativos "carnal" y "animal". Creo que Ryan [Condal, el showrunner] dijo que no estábamos aprendiendo más sobre los personajes", dijo Cooke, señalando que no estaba de acuerdo desde el principio, pero agregó: "Está bien, es su show."
Cooke interpreta a Alicent Hightower en La Casa del Dragón, la secuela de HBO de Juego de Tronos, que tiene lugar 200 años después de la primera serie.
La actriz también habló de su experiencia al prepararse para las famosas escenas de desnudez y sexo de la serie, afirmando que en realidad "pensaba que habría muchas más, por lo que me siento aliviada de que cuando se han utilizado para mí, muestran a Alicent siendo complacida, lo que es increíble y no parece gratuito".
Añadió que todas las escenas parecían "como si estuviéramos contando una historia".
Además de la preparación para la intimidad, Cooke también dedicó algo de tiempo a reflexionar sobre la experiencia de ascender a la fama de Juego de Tronos en general.
"Era consciente de lo que le pasaba a la gente que salía en Juego de Tronos y de cómo [se hacían] tan reconocibles en todas partes", dijo. "No conozco los pormenores de cómo habían cambiado sus vidas, pero eran tan visibles. [Me ponía muy nerviosa sentirme observada o seguida… Me preocupaba tener muchos ojos puestos en mí, pero la verdad es que no me ha pasado nada. Cuando se estrena la serie, todo vuelve a la normalidad".
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