Problemas en ‘Palm Royale’: Apple recibe una demanda colectiva por defraudar a los actores

Palm Royale

Apple Studios se enfrenta a una demanda en la que se le acusa de infringir una serie de leyes laborales de California en el plató de Palm Royale.

Daniel Ferguson, en una demanda colectiva presentada el 3 de mayo ante el Tribunal Superior de Los Ángeles, alega que el estudio le estafó a él y a otros actores de reparto, «mantuvo una política y una práctica de no pagarles» todas las horas que trabajaron y se negó a proporcionarles los descansos para comer que exige la ley.

Según la demanda, Ferguson trabajó para Apple Studios en Los Ángeles durante cuatro meses en 2022 durante la producción de Palm Royale. La sátira, protagonizada por Kristen Wiig, Laura Dern y Ricky Martin, se centra en una ex reina de un concurso que intenta entrar en las altas esferas de la alta sociedad en la Florida de finales de los años sesenta.

En la demanda se alega que Apple Studios no calculó correctamente el salario de los actores de reparto y cometió otras infracciones de la legislación laboral estatal.

El estudio «no pagó todas las horas trabajadas (incluyendo el salario mínimo, el salario normal y las horas extraordinarias), no proporcionó al demandante periodos de comida que cumplieran con la ley, no autorizó ni permitió a la demandante tomar periodos de descanso, no pagó puntualmente todos los salarios finales a la demandante cuando los demandados rescindieron su contrato, no proporcionó declaraciones salariales precisas a la demandante y no indemnizó a la demandante por los gastos», afirma la demanda.

Ferguson alega que se exigía a los actores de reparto que trabajaran durante las pausas para comer no remuneradas, así como «antes de fichar a la entrada y después de fichar a la salida de la jornada laboral».

En lugar de proporcionar un periodo de 30 minutos para comer, como exige la ley, o compensar a los actores de fondo por los descansos que no se les proporcionaron, Apple Studios «siguió ejerciendo control sobre» ellos «exigiéndoles, presionándoles o animándoles a realizar tareas laborales que no podían completarse sin trabajar en lugar de tomar el periodo obligatorio para comer».

 

La demanda alega que parte del trabajo debería haberse pagado a la tarifa de horas extraordinarias. También alega que las nóminas finales de los empleados despedidos no se calcularon correctamente.

 

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