‘Supersex’, la serie de Netflix de Rocco Siffredi, inspirada en una revista porno real italiana de extraterrestres

Siffredi

La novedad imprescindible de esta semana en Netflix es, sin duda, Supersex, una esperada serie protagonizada por Alessandro Borghi como el soberano indiscutible del porno italiano, Rocco Siffredi, alias Rocco Tano. Y es precisamente a través de la verdadera historia de Rocco -un joven que creció en las casas de protección oficial de Ortona, decidido a encontrar la redención de la pobreza y la degradación- como descubriremos la verdad sobre el hombre que se esconde más allá del manto del mito.

En la serie veremos por primera vez a Rocco Siffredi de niño. Mientras intenta superar el trauma de la muerte de su hermano Claudio, descubre por primera vez que posee una energía sexual muy fuerte. Pero será una pequeña revista encontrada por casualidad en el suelo la que cambiará su perspectiva para siempre. Se trata de la revista Supersex, publicada en Italia quincenalmente de 1967 a 1985, con un total de 194 números.

En la época anterior a Internet, las revistas porno representaban la principal válvula de escape para las fantasías de adultos y adolescentes, hasta el punto de que poseer una de estas publicaciones significaba tener cierta autoridad ante amigos y compañeros de colegio, que esperaban pacientemente su turno para tomarla prestada. El éxito de Supersex también estuvo ligado a las situaciones extremas, representadas explícitamente en forma de fotonovelas en blanco y negro, pero también a la extraña complejidad de las tramas, construidas como auténticas historias de detectives.

La estrella absoluta de la revista era el mismísimo Supersex, un extraterrestre del planeta Eros. Tras estrellarse su nave espacial contra la Tierra, tuvo que ocupar un cuerpo humano para sobrevivir. Sin embargo, a pesar de tener la apariencia de un hombre, el alienígena posee un fluido sexual capaz de hipnotizar a cualquier mujer, tanto que ninguna podrá resistirse a él. Hasta el número 8 de la revista, el extraterrestre extra-sexual ocupa varios cuerpos, y luego encuentra una única estrella en el actor porno francés Gabriel Pontello.

Todos los números presentaban intrincadas tramas de thriller policíaco, mientras que al menos cinco momentos sexuales con 2, 3 o incluso 4 participantes estaban garantizados. La intuición de hacer que el protagonista se convirtiera en comisario de policía permitía así crear numerosas situaciones hard-core: interrogatorios de carácter sexual, castigos sexuales infligidos por Supersex a criminales y culpables, pero también escenas de sexo premium con las víctimas que rescataba. Un imaginario en el que, sin embargo, los compañeros aparecen casi siempre sumisos, traducido también en el estilo y el carácter creados por Rocco Siffredi como actor porno.

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