El felino más vago vuelve al cine: te lo contamos todo sobre ‘Garfield: la película’

Garfield

El felino más vago, hambriento y divertido de la cultura pop regresa a la gran pantalla en Garfield: La película, donde el reencuentro con su progenitor le obligará a abandonar su acomodada vida.

Por Nando Salvá

Pese a haber sido algo parecido a un fenómeno cultural desde que apareció por primera vez en la tira cómica ideada
en 1978 por el dibujante Jim Davis, y pese a que en ese tiempo sí ha sido imagen de tebeos, series de televisión, largometrajes de acción real, juegos de mesa y de consola e innumerables artículos de merchandising, hasta ahora
ese gato naranja holgazán y amante de la lasaña conocido como Garfield no había tenido ocasión de protagonizar su propia película de animación. El estreno de Garfield: La película pone fin a esa anomalía.

Dirigida por Mark Dindal, en cuyo currículo destaca la estupenda comedia de Disney El emperador y sus locuras
(2000), la nueva ficción arroja al célebre felino al centro de una aventura que, según aseguran quienes le han
seguido la pista, es muy distinta a todas las que ha vivido en el pasado: tras reencontrarse inesperadamente
con su padre, Garfield se ve obligado a abandonar momentáneamente su sedentaria vida para participar junto a su amigo, el perro Odie, en un complicado atraco que les llevará por una movidita aventura con saltos a trenes en marcha, caídas en picado y enfrentamientos con algún que otro villano.

Todo un cambio de actitud por parte de una mascota que, tradicionalmente, se ha distinguido por negarse a llevar a cabo cualquier actividad que no sea comer. Posiblemente, con la esperanza de obtener un éxito de taquilla similar al logrado hace un año por Super Mario Bros.: La película1.300 millones de dólares recaudados en todo el mundo–, los productores del nuevo largometraje decidieron encomendar la tarea de poner la voz de Garfield en versión original a Chris Pratt, ni más ni menos que el mismo actor que se la había puesto a la versión cinematográfica del fontanero Mario.

La decisión no gustó nada a los fans, que durante meses usaron en vano las redes sociales como altavoz para exigir
que el actor de Jurassic World fuera sustituido por Bill Murray, en su día encargado de interpretar vocalmente
al gato en Garfield: La película (2004) y Garfield 2 (2006) –recordemos, a modo de anécdota, que Murray confesó haber aceptado participar en aquel díptico porque confundió a uno de sus guionistas, Joel Cohen, con el mayor de los hermanos Coen, Joel Coen–; y aunque en España la película posiblemente sólo se estrene doblada al castellano, eso no ha impedido que se vea envuelta en una polémica similar: la elección de Santiago Segura como responsable de doblar a Pratt en la piel del gato ha provocado numerosas propuestas en X y YouTube por parte de quienes la consideran una falta de respeto hacia los actores de doblaje profesionales. La cuestión es: ¿puede considerarse también una falta de respeto hacia los gatos?

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