Pablo Larraín y Angelina Jolie, director y protagonista de ‘María Callas’: “La película no podría existir sin Angelina Jolie, desaparece en el personaje mostrando vulnerabilidad”

Angelina Jolie

Pablo Larraín y Angelina Jolie nos cuentan los últimos días de vida de la gran diva María Callas y la influencia que su figura y la ópera en general ejercieron sobre ellos en la película presentada en el pasado Festival de Venecia.

María Callas llega a los cines este viernes. 

Por Elisa Leonelli

Con María Callas, protagonizada por Angelina Jolie en el papel de la legendaria soprano, el director chileno Pablo Larraín concluye la trilogía que comenzó con Jackie (2016, con Natalie Portman en el papel de Jacqueline Kennedy) y continuó con Spencer (2021, con Kristen Stewart en el papel de la princesa Diana). Dice Larraín: "Me pareció la conclusión adecuada para esta serie de tres películas. Se trata de tres mujeres emblemáticas que marcaron la segunda mitad del siglo pasado. Sabía que para María Callas necesitaba a la actriz adecuada para interpretarla. Callas no sólo era cantante de ópera, sino también una gran actriz. Así que la película no podría existir sin Angelina Jolie, Angie desaparece en el personaje, mostrando vulnerabilidad, sensibilidad, humanidad, fuerza e inteligencia".

Jolie, por su parte, confiesa:  "Me intimidaba la idea de interpretar a Callas, de la que entonces sabía muy poco. Yo sólo conocía el poder de su música y su arte, y al principio pensé que podría fingir que cantaba, como se hace a menudo en el cine. Luego, cuando Pablo me explicó que tendría que cantar de verdad en el plató, me asusté. Pero tenía fe en él, y, de hecho, me ayudó encontrándome los mejores profesores de italiano para aprender la pronunciación correcta, las técnicas de respiración y el aplomo necesarios para cantar ópera. Sólo así pude entender a Maria Callas y dar con la clave para interpretarla".

Maria Callas

El director explica el arco narrativo de la película, que transcurre durante la última semana de la vida de La Callas en su lujoso piso parisino, donde vive con su fiel chófer Ferruccio (Pierfrancesco Favino) y su devota ama de llaves Bruna (Alba Rohrwacher). Durante esos últimos divas, la cantante viaje a su pasado y en flashbacks revivimos sus años con su madre y su hermana mayor en la Grecia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, su relación amorosa con el armador Aristóteles Onassis y algunas de las interpretaciones de las famosas arias que llevó a los escenarios de todo el mundo.

Además, como ya hizo en los anteriores filmes de la trilogía, el director tira de atmósfera, de ambiente onírico y un realismo mágico que suma elementos fantásticos y metafóricos. Callas es incapaz de dormir, por lo que toma dosis cada vez más altas del tranquilizante Mandrax (Quaalude), el nombre del periodista (Kodi Smit-McPhee) que la entrevista para un documental televisivo que entendemos que sólo existe en su imaginación en esos días previos a su muerte, como si la intuyera, como si supiera que va a llegar el final de su escena.

"La mayoría de las óperas que Callas ha interpretado son tragedias [Norma, de Vincenzo Bellini, La Traviata, de Giuseppe Verdi, Madame Butterfly y Tosca, de Giacomo Puccini, Anna Bolena, de Gaetano Donizetti] en las que la protagonista muere en escena al final, luego recibe los aplausos y le tiran flores", explica Larraín. "Así que llevaba décadas acostumbrada a ese éxtasis que acompañaba a la muerte en escena, cuando caía el telón, y no le daba miedo. Por eso, quise mostrar los últimos días trágicos de su vida, a los que se enfrenta con decisión, disciplina y estoicismo, sin sentirse nunca una víctima, manteniendo el control de su propio destino, sabiendo lo que quiere, tratando de encontrar su voz, y luego pudiendo morir en paz consigo misma".

ANGELINA JOLIE SE TRANSFORMA EN LA CALLAS

"Cuando era joven, me gustaba la música punk y todavía la escucho, pero ahora que tengo cierta edad (49 años), aprecio más la música clásica y la ópera, porque me di cuenta de que sólo ciertos sonidos pueden expresar un nivel tan intenso de dolor, amor y desesperación", revela la actriz. "Cuando escuchamos este tipo de música, sentimos una inmensidad de emociones que nos conmueven profundamente. Para mí fue un verdadero privilegio explorar la vida de una artista como Maria Callas, fue como una especie de psicoterapia que no sabía que necesitaba; y después de estudiarla seriamente, me resultó fácil enamorarme de ella. Incluso hoy, cuando la oigo cantar, siento que estoy escuchando a una amiga; en particular, el aria Ave Maria [de Otello, de Giuseppe Verdi] me trae dulces recuerdos de mi madre; así que reacciono emocionalmente de un modo muy personal. Aún no he podido separarme de Maria Callas".

Maria Callas

Y, por eso, la actriz continúa expresando sus esperanzas sobre el efecto que le gustaría que la película tuviera en el público: "Mi miedo era decepcionar a los fans de Callas y a los amantes de la ópera. Quería honrar su memoria y hacerle justicia. Hacia el final de su vida, se sentía muy sola. Había recibido críticas terribles cuando su voz ya no estaba a la altura de su apogeo. Probablemente murió sin saber que tantas décadas después habría mucha gente que aún la quiere, y que se sentirá triste por ella cuando vea nuestra película. Espero que esta película inspire a muchos jóvenes a explorar la ópera, a dejarse conmover por esta poderosa forma de arte".

Larraín la acompaña en este sentimiento: "Hoy en día hay una distancia, casi un miedo a la ópera en la mayoría del público…".

Esta forma de arte nació en el siglo XVI, cuando alguien tuvo la idea de representar una obra en la que los actores cantaban en lugar de hablar y ha seguido siendo una forma popular de entretenimiento durante siglos. A principios del siglo XX, Enrico Caruso lo popularizó en Nueva York, luego Maria Callas en los años 50, Luciano Pavarotti en los 60 y ahora Andrea Bocelli hace lo propio. En su gira de despedida de 1974, Callas cantó a dúo con el tenor Giuseppe Di Stefano las obras más conocidas de compositores italianos en la tradición del Bel Canto, precisamente con la intención de llegar a un público más amplio y conmoverlo.

"Si nuestra película consigue tener un efecto similar, crear interés por la obra en 100 espectadores o en un millón, devolverla al lugar que le corresponde, sería maravilloso y entonces podremos decir que hemos tenido éxito", concluye el cineasta.

Fotos: Jeff Spicer-Getty Images

También te puede interesar:

 

© REPRODUCCIÓN RESERVADA