‘Antracita’: la verdadera historia del suicidio masivo que inspiró la serie de Netflix

suicidio masivo

En lo más alto de Netflix se encuentra esta semana la miniserie francesa de seis episodios Antracita, creada por Fanny Robert, Maxime Berthemy y Mehdi Ouahab. Esta serie de suspense, protagonizada por los jóvenes Clément Penohat y Noémie Schmidt, está ambientada en un pueblo imaginario de los Alpes franceses, donde en 1994 se produjo un aterrador suicidio masivo.

Treinta años después, un nuevo asesinato parece evocar los mismos métodos de aquel macabro ritual, pero la protagonista, Ida, una excéntrica geek famosa en la red precisamente por sus dotes como investigadora de casos sin resolver, está decidida a descubrir la verdad y exonerar a su amigo rapero, que enseguida es señalado por los habitantes del pequeño pueblo como chivo expiatorio fácil.

Y para crear el misterio de Antracita, Fanny Robert se inspiró en una noticia real, que en su momento tuvo bastante resonancia internacional. Se trata del suicidio masivo de los miembros de la secta llamada OTS, Orden del Templo Solar.

La serie de Netflix narra el suicidio ritual de 16 personas, dispuestas en círculo para formar el símbolo satánico del pentáculo. En realidad, el dramático y misterioso final de los adeptos del culto de la OET no tenía nada que ver con el satanismo: el culto se inspiraba principalmente en el mito templario y en una visión muy distorsionada de los conceptos de la Nueva Era. Por otra parte, la realidad supera definitivamente a la imaginación, ya que en el suicidio colectivo de la Orden del Templo Solar participaron hasta 74 personas en diferentes partes del mundo, desde Suiza hasta Francia y Canadá.

A principios de los años 80, el naturópata belga Luc Jouret y Jo Di Mambro, un famoso estafador franco-canadiense, consiguen crear una Orden que reúne a varios grupos esotéricos preexistentes. Convencidos de que representan a los únicos elegidos de la Tierra, a finales de los años 80 hay oficialmente 442 adeptos a la Orden del Templo Solar, pero las autoridades empiezan a cercar a la secta, mientras se suceden las acusaciones, desde posesión ilegal de armas hasta el posible asesinato ritual de un recién nacido. Tal vez la amenaza de un arresto inminente haya impulsado, por tanto, a Jouret y Di Mambro a poner fin a esta locura. Nunca se han aclarado las razones del suicidio masivo, pero sabemos con certeza que los carismáticos líderes de la secta habían conseguido persuadir a sus seguidores de que la muerte no era más que un pasadizo que les conduciría al planeta Sirio.

Poco antes del amanecer del 5 de octubre de 1994, las autoridades suizas descubrieron 23 cadáveres en una granja en llamas en el pueblo de Cheiry, en el cantón de Friburgo. Las víctimas vestían trajes ceremoniales y entre ellas se encontraban los dos líderes fundadores de la OTS. Casi al mismo tiempo, otras 25 personas aparecen muertas en un chalet en llamas en Salvan, en el cantón de Valais. Al día siguiente, llegan noticias de Canadá de que se han encontrado otros cinco cadáveres es en un chalet de Morin Heights, un pueblo cercano a Montreal.

El largo rastro de muerte que implicaba a la Orden del Templo Solar sólo llegaría a su fin más tarde, cuando en diciembre de 1995 se descubrieron 16 cadáveres carbonizados en el macizo de Vercors, en Francia, y el 23 de marzo de 1997 se encontraron otras cinco personas en Saint-Casimir, Quebec, Canadá. La miniserie Anthracite se hace eco sobre todo de la conmoción que estos suicidios rituales causaron en comunidades de montaña tan pequeñas y aisladas, incluido el temor a que nuevos adeptos pudieran reavivar el culto, y con ello sus manifestaciones más siniestras y violentas.

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