Se vino de Colombia a España para vivir su sueño, debutó con la exitosa adaptación de la saga juvenil A través de mi ventana y se adentró en el terror junto a Javier Gutiérrez con Estación Rocafort. Ahora, es Antonio Resines quien la acompaña en Mikaela, la película de Daniel Calparsoro sobre un atraco en mitad de un atasco provocado por una tormenta de nieve.
Natalia Azahara (Barranquilla, Colombia, 2000) pensaba que sería diseñadora de moda. También veterinaria o quizá peluquera, pero sobre todo diseñadora de moda. Fue su hermana la que, cinco años mayor que ella, decidida a ser actriz y durante su adolescencia, le metió en la cabeza que podía seguir su mismo camino. Fue también ella la que, consciente de lo difícil que es ese mundo, le dijo que podía empezar por estudiar audiovisuales, así que eso es lo que hizo, aunque lo de viajar de Colombia a la Universidad de Pamplona para hacerlo lo decidió Azahara sola.
Igual que lo de ser diseñadora, la idea de ver mundo le venía desde enana. “Yo sabía que quería viajar, vivir otras experiencias y conocer otras culturas”, nos explica durante nuestra llamada, aunque se apresura a confirmarnos que ama su país con todo su corazón.
Simplemente, quería conocer otros lugares. “Eso sí que lo tenía súper claro”. También lo tuvo claro cuando supo que estudiar Comunicación Audiovisual en realidad no era lo suyo, así que, tras un año de carrera, dejó atrás su vida en el norte y se mudó a Madrid, ahora sí, para estudiar interpretación. No tardó mucho en confirmar que había tomado la decisión correcta.
La primera vez que la vimos cumplir su sueño fue unos años después, en 2022, con A través de mi ventana, la exitosa adaptación de Netflix de una saga de libros juveniles. “Estaba muy nerviosa y era muy cuidadosa con todo”, recuerda sobre su primer gran trabajo como Daniela, la amiga de la protagonista. “Mis compañeros me dicen que era muy buena. Como iba con tanto miedo… Pero fue bastante lindo cuando por fin me dejé llevar”.
Tras aquel debut, le llegó su primer papel protagonista junto a Javier Guitérrez con la película de terror Estación Rocafort (2024) y ahora comienza el año estrenando Mikaela (estreno en cines 31 de enero), el thriller de acción que le ha permitido trabaja con Antonio Resines y bajo la dirección de Daniel Calparsoro. ¡Ah! Y con una tercera gran protagonista: una enorme ventisca de nieve.
DESCANSOS ENTRE TORMENTAS
Madrid sabe perfectamente lo que es vivir una gran nevada. En la vida real se llamó Filomena, en la película que Azahara protagoniza la bautizan como Mikaela y provoca un gran atasco la víspera de Reyes. Pero esta es una película de Calparsoro, así que si te preguntas qué podría pasar en medio de semejante caos de coches parados y cláxones sonando, la respuesta más obvia será siempre la correcta: un atraco a un furgón blindado.
Pero Resines y ella no son los malos de Mikaela. Al contrario, el primero interpreta a Leo, un policía que ha perdido la fe en su trabajo y que, parado en el atasco, se ve obligado a investigar el robo. A él se le une nuestra protagonista, quien da vida a una aspirante a guardia civil que no sólo ayuda al personaje de Resines a encontrar a los culpables, sino que en el proceso le demuestra que siempre vale la pena seguir luchando por lo que uno considera correcto. “Mi personaje mira al de él y le dice todo sin hablar, y creo que eso se consigue con mucha confianza y con ese tipo de relación que de repente surgió con Antonio”, contesta la actriz al preguntarle por su famoso y veterano compañero de reparto en Mikaela.
“Yo me dejaba llevar un montón de lo que surgía en la escena e intentaba mantenerme un poco ingenua y divertida porque mi personaje es bastante así, está aprendiendo, por lo que quería vivirlo y experimentarlo todo como ella”. Fuera de cámaras, la experiencia laboral de la colombiana no ha sido tan diferente a la de esta futura guardia civil, al menos en lo que respecta a observar, aprender y conocer –de verdad– a aquellos que trabajan con ella y que, como bien afirma, “en España son actores muy importantes”.
“Es gente que sabe muy bien lo que hace y yo quiero que sepan que lo sé y que vean que los respeto, pero también es tan bonito cuando los conoces como personas normales, te saludan y te cuentan su vida…”, describe sobre la relación, tanto profesional como personal, que pudo forjar primero con Gutiérrez y ahora con Resines.
“Lo mejor era cuando, de repente, yo pensaba: ‘¡Ay, qué suerte! Me están hablando de tú a tú, yo les estoy contando mis cosas y ya está, tranquilamente, entre una toma y otra”. Aquellos ratos de contarse la vida entre el último “corten” y el siguiente “acción”, Azahara los describe como momentos estresantes, pues había que esperar a que las máquinas de nieve se encendieran. “Era estar todo el rato con un sonido tremendo ahí detrás: ‘¡Queremos más nieve! ¡Queremos menos nieve! ¡Que la nieve no se le pegue a la actriz!”, recuerda.
Pero, incluso entre tanto vocerío –o más bien dicho, gracias a ese caos–, se llevó algunos de los recuerdos más gratificantes del rodaje y que, quitando las conversaciones con el padre de Los Serrano, todos ellos implican el trabajo con su director. “Sabe lo que quiere y cómo lo quiere rodar. Y si no cree en la película, no la rueda. Me quedé un poco impresionada”, admite sobre cómo es participar en un filme de Calparsoro, aunque lo que realmente se lleva de allí es un gran sentimiento de gratitud. “Como hay que estar pendiente de tantas cosas, a veces, el actor hace la escena y nadie le dice nada, y no sabes muy bien lo que has hecho o si lo has hecho bien”, cuenta sobre sus experiencias. “Confías en que sí y en que al director le ha gustado, pero no lo sabes, así que no te imaginas el placer que era cuando Daniel se te acercaba, te daba la mano y te decía: ‘Muy bien’, y te daba las gracias. Era súper bonito, como diciendo: ‘Valoro tu trabajo y agradezco que estés aquí”.
DEL MAR A LOS AÑOS 60
Pero atrapada en una ventisca de nieve en Mikaela no es el único sitio en el que ha estado y es que la actriz no ha parado de asumir retos. Tras un poco de acción y terror, Azahara vuelve al género juvenil con la serie Mar afuera, adaptación de la exitosa ficción italiana Mare Fuori sobre dos internos de un centro correccional de menores que luchan por sobrevivir.
“Tengo muchas ganas de que vean a mis compañeros porque es un grupo de gente joven con mucho talento”, dice sobre Gabriel Guevara (Culpa mía), Hugo Welzel (La chica invisible) y Laura Simón (La promesa). “Además, mi personaje me gusta mucho. Escogí este proyecto por eso. Creía que podía aprender mucho de él y así fue”. Finalmente, su último viaje ha sido a la España de los años 60. “Son tres mejores amigos y su novia…”, empieza a contarnos sobre Vírgenes, la nueva película de Álvaro Díaz Lorenzo (Señor, dame paciencia), antes de parar porque no sabe cuánto puede decir. Lo que sí nos puede adelantar es que se trata de una comedia ambientada en el boom turístico que se dio en Torremolinos en aquella época y que narra la historia de unos chicos que sólo buscan pasárselo bien. “Es una locura, es que no sabéis… ¡Yo hago de sevillana!”.
Para cuando termina la conversación, llegamos a la conclusión de que sólo le falta hacer algún drama. “¡Y alguna comedia romántica! Una película para ver un domingo, comiendo palomitas en casa… Me encantaría formar parte de eso”.
También te puede interesar:
- Tráiler de ‘Mikaela’: Antonio resines es un policía llevado al extremo en el nuevo thriller de Daniel Calparsoro
- Luis Prieto dirige ‘Estación Rocafort’: "John Malkovich se enteró de que iba a rodar con Javier Gutiérrez y me llamó para darle recuerdos"
- Hablamos con Antonio Resines sobre su nueva película, ‘Un lio de millones’, y su prolífica carrera: "Hay una frase de la peli con la que estoy muy de acuerdo, los hijos tienen que hacer su propia vida"