★★/★★★★★
Solène, madre divorciada de 40 años, desafía el calor para ir con su hija a Coachella, después de que su padre cancelara su viaje con ella. Allí comienza un inesperado romance con Hayes Campbell, de 24 años, el cantante principal de la banda de chicos más popular del planeta, August Moon.
Poco o nada hay que rascar en esta producción de Amazon Studios orientada al puro y duro lucimiento de Anne Hathaway. Cinematográficamente hablando, el valor de esta adaptación del best seller homónimo de Robinne Lee es menor que cero. Rodada y montada en piloto automático, la película deja bien claro, ya en sus primeros minutos, que ha sido concebida para ser vista “de fondo” (decisión inteligente, si tenemos en cuenta la forma en que se consume el audiovisual en tiempos de TikTok).
Y es que, de puro televisiva en su diseño visual y sonoro, poco importa aquí dónde esté situada la cámara, o qué plano va antes y cuál después, por lo que lo mismo da mirar la pantalla que limitarse a escuchar, con la atención a medias, lo que sale de la boca de los personajes mientras hacemos scroll en el teléfono.
Pese a sus muchos defectos (qué cosa más melosa, descafeinada, esquemática y prototípica, escenita de soft porn incluida), la película no resulta insoportable. Es más, contra todo pronóstico (y siempre y cuando estemos dispuestos a bajar el listón y dejarnos llevar), acaba resultando entretenida, gracias sin duda a una Anne Hathaway y un Nicholas Galitzine que, todo sea dicho, derrochan química. Otra más de usar y tirar.
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